jueves, 24 de febrero de 2011

Llamazares responde al triunfalismo de Zapatero recordando que “en España somos los penúltimos en gasto social de la UE a quince

Respuesta íntegra del portavoz parlamentario de IU al presidente del Gobierno en el Pleno del Congreso sobre el futuro de las Políticas Sociales en nuestro país.


Señor presidente del Gobierno, no sé si recuerda una novela de Dürrenmatt llamada ‘Justicia’. En ella se intenta demostrar que la realidad no tiene nada que ver con la realidad oficial. Pues bien, en el día de hoy hemos visto cómo el Gobierno intenta crear una realidad oficial complaciente en relación con el Estado del bienestar, que los ciudadanos, sin embargo, ven como el ‘Estado del medioestar’, cuando no del malestar social.


Señor presidente del Gobierno, no en vano estamos en las fechas previas al carnaval. Cada uno se disfraza de lo que quiere o de lo que puede. El Gobierno disfraza la realidad; el Gobierno disfraza la política antisocial de reformas para garantizar las políticas sociales y el Partido Popular se disfraza de izquierdas. Yo he oído hoy aquí cosas que no esperaba oír en boca del Partido Popular, porque niega toda su política allá donde ha gobernado. Donde ha gobernado, recortes sociales y privatizaciones han sido la norma, y no la prioridad la política social.


Pero vayamos a la realidad, señoras y señores diputados. La realidad es que nuestro país sufre -es verdad que muy distanciado de lo que ayer recordábamos- un golpe de mercado; un golpe de mercado que intenta aplicar todo tipo de recortes de prestaciones sociales y de derechos precisamente sobre las espaldas de los que no han provocado la crisis sino que fundamentalmente la han sufrido. Este golpe de mercado, señor presidente del Gobierno, está creando malestar social y desafección política y usted parece no darse cuenta, cuando esto no solamente afecta al Gobierno, sino a la vitalidad de la propia democracia.


Señor presidente del Gobierno, en la calle, fuera de estos muros, hay más de 4.600.000 parados y paradas. En nuestro país hay un ‘Estado del medioestar’, que no un Estado del bienestar. Nos separan más de 7 puntos, más de 70.000 millones de euros en gasto social de la media europea y tenemos la rara honra de ser los penúltimos en gasto social del conjunto de la Unión Europea a Quince.


Por otra parte, nuestro país tiene una especificidad, ser uno de los países más desiguales, más injustos de la Unión Europea. El 10 por ciento de los que más ganan y de los que más patrimonio tienen tiene 10 veces más renta que el conjunto de la sociedad y, sobre todo, de los que tienen menos renta, y tienen 30 veces más patrimonio, señor presidente. No se puede venir a esta Cámara a hablar de Estado de bienestar con esas cifras que lo que significan es un ‘Estado del medioestar’ y una situación social de malestar.


Señorías, el Gobierno ha tenido dos etapas en su gestión; en una parte hemos intentado colaborar, sobre todo en las políticas sociales, y en los últimos años nos hemos visto en trincheras y posiciones diferentes. En una primera etapa el Gobierno pensaba que era posible poner una vela a Dios y otra al diablo, hacer políticas neoliberales en materia fiscal, por ejemplo rebajar más de 30.000 millones de euros a las rentas y patrimonios más altos y, al mismo tiempo, medidas sociales como la Ley de atención a la Dependencia. En eso vino la crisis y el Gobierno se dio cuenta de que no es posible servir a dos señores; se traiciona a uno de ellos y el Gobierno ha preferido traicionar a los ciudadanos y a los trabajadores, manteniendo su compromiso con las políticas neoliberales y los mercados.


En los últimos días, señor presidente, por si esto no fuera suficiente, el Gobierno ha acentuado la venta de las ‘joyas de la abuela’. Señor presidente del Gobierno, una parte fundamental del Estado social europeo también es el sector público. En los próximos días ya no nos va a quedar sector público en el ámbito financiero -teníamos el 50 por ciento del sector de interés social a través de las cajas en el ámbito financiero- y en lo que podríamos denominar comunicaciones y transportes, el único ámbito con presencia pública significativa junto con el ámbito de las políticas sociales. El Gobierno ha decidido privatizar AENA y tomar decisiones en materia de privatizaciones que, en nuestra opinión, debilitan al Estado social.


El Estado social europeo se basa, decía antes, en una presencia pública en la economía y en un sistema fiscal justo. Nuestro sistema fiscal es todo menos justo. El 70 por ciento de los ingresos son de los trabajadores, a través de la renta y de los impuestos sobre el consumo. La aportación de los grandes patrimonios y de las grandes rentas contribuye de una manera mínima a la fiscalidad de este país y, además, se defraudan más de 80.000 millones en forma de fraude fiscal. Señor presidente del Gobierno, una fiscalidad anémica no hay Estado social que la contemple ni que la aguante.


Por otra parte, una parte esencial del Estado del bienestar son las políticas sociales. No se puede decir que en España, con 7 puntos de diferencia en relación con la media europea y siendo los penúltimos en gasto social, tengamos Estado del bienestar. Como he dicho antes, ‘Estado del medioestar’ y, a veces, del malestar. Y el presidente del Gobierno y el Gobierno a lo largo de los últimos días, de las últimas fechas, lo que han hecho es recortar el Estado del bienestar.


Se nos presenta como el gran reformador. Yo no creo que sea el gran destructor, no comparto con la derecha el catastrofismo, pero tampoco comparto la complacencia del gran reformador que nos pide sacrificios hoy para garantizar un futuro luminoso en el modelo social. No, señor presidente del Gobierno, porque si ustedes podan un Estado social débil, ustedes están talando el Estado social. Y es lo que han hecho con los ajustes que se han producido en las últimas fechas y es lo que están haciendo, a pesar del esfuerzo ímprobo de los sindicatos, también con la política de pensiones públicas. No acusen ustedes a la demografía, no estamos condenados a la demografía. Tenemos algo mucho más importante, que es la democracia.


Y la pregunta es: ¿Cuánto está dispuesta a gastar la democracia en gasto social? Con una diferencia de 70.000 millones con la media de la Unión Europea no es justo que la única respuesta del Gobierno sea recortar el empleo público, recortar el salario de los funcionarios públicos, congelar las pensiones de los pensionistas y, ahora, también recortar las pensiones en un cesarismo digno de mejor causa. Señor presidente del Gobierno, usted está elegido para cuatro años, usted no está elegido para 50 años. Precisamente uno de los límites que establece la democracia es el tiempo. ¿Saben ustedes por qué? Para evitar eso de: ‘Lo hago por vuestro bien y hoy os sacrificáis por el bien del mañana’. Señorías, en nuestra opinión, esa posición no es aceptable en relación al Gobierno.


Termino diciendo que existe una alternativa de reactivación económica a través del impulso de lo público. Una alternativa de reactivación económica que no genere, como está generando ahora el recorte, más desempleo, más precariedad y que no degrade la calidad de los servicios públicos. Cuando ustedes recortan el salario de los funcionarios o niegan su reposición están degradando la calidad de la Sanidad, la calidad de la Educación y la calidad de los Servicios Sociales.


Existe otra alternativa con una reforma fiscal que recupere al menos lo que han dejado de ingresar rebajándoles los impuestos a las rentas más altas; más de 30.000 millones de euros que harían hoy innecesario el recorte que ha hecho el Gobierno. Y existe, en nuestra opinión, una alternativa que mejora, que consolida el Estado del bienestar en nuestro país o que avanza hacia el Estado del bienestar y no recorta el Estado del bienestar de hoy ni tampoco el Estado del bienestar del futuro. Espero que esto que se ha iniciado como un carnaval, con disfraces sobre la realidad y sobre la posición política de cada cual pueda terminar en un debate que cambie la política económica del Gobierno.


Madrid, 24 de febrero 2011

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