«Hay que denunciar las injusticias», afirma el último guerrillero antifranquista asturiano con vida durante su homenaje en Laviana.
“Hay que seguir denunciando las injusticias. Si no llega a ser por la clase obrera, por los trabajadores, el mundo no hubiese avanzado nada”. Quien así habla cumplirá el próximo 25 de abril 93 años y se llama Manuel Alonso González. Pero todo el mundo lo conoce como Manolín, ‘el de Llorío’. El ex guerrillero, el último con vida de los asturianos que se echaron al monte tras la conquista de la región en la Guerra Civil, fue homenajeado en Laviana, su concejo natal, y en el que sigue viviendo. Más de 150 personas participaron en el acto, entre ellas el diputado nacional de IU, Gaspar Llamazares; el coordinador de la coalición en Asturias, Jesús Iglesias; la nieta de Dolores Ibárruri, Lola Ruiz; y la ex consejera de Bienestar Social Laura González.
Con motivo del homenaje a Manolín, ‘el de Llorío’, Izquierda Unida organizó en Laviana una serie de actos, que comenzaron el jueves por la tarde con una mesa redonda con el biógrafo del guerrillero, Jairo Fernández; el profesor de Historia de la Universidad de Oviedo Rubén Vega; y el cineasta Ramón Lluis Bande, director de los cortos ‘Estratexa’, inspirado en la figura de Manuel Alonso, y ‘Sangre’, en la que él mismo cuenta su historia.
Al día siguiente se celebró una comida en la que se le homenajeó de forma directa. Gaspar Llamazares aseveró que “se trata de un reconocimiento más que merecido” porque “toda su vida ha estado luchando. Aún ahora siempre habla de dignidad y justicia, representa mejor que nadie los valores de la República”.
La nieta de la histórica comunista Dolores Ibárruri también participó en el encuentro con Manolín, ‘el de Llorío’. “Es una enorme alegría estar aquí, con una persona que, como mi abuela, dedicó prácticamente toda su vida a luchar por un mundo mejor”, señaló.
Antes del homenaje, el ex maquis recordó como desde pequeño la vida lo puso a prueba. A su padre lo denunciaron el mismo día de su boda, por lo que tuvo que huir a Argentina, donde su madre lo siguió seis años después. El pequeño Manuel se crió con sus abuelos y una tía. Ya desde muy joven militó en el Partido Comunista (PC), combatió en la Guerra Civil, estuvo ocho años en el monte luchando contra el régimen franquista y pasó dos décadas en la cárcel, librándose de tres penas de muerte. “A los jóvenes les diría que tienen que seguir luchando”, afirma. Con la llegada de la democracia por la que tanto luchó, se presentó a alcalde de Laviana por el PC y fue concejal en el primer mandato municipal.
En el acto, Gaspar Llamazares criticó la “falta de valentía” de los jueces y fiscales en la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, “como ha quedado demostrado con lo ocurrido con Garzón y el caso de Miguel Hernández”.
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