y negocia hasta el último momento para que no se acepte que la fogasa pase a financiar los despidos improcedentes
(Madrid, 28 de julio 2010).- El portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, votará mañana en contra del nuevo texto del proyecto de ley de reforma laboral del Gobierno que el PSOE está negociando y llegando a acuerdos, principalmente, con CiU y PP, aunque éstos es difícil que pasen de la abstención en la votación final. En su opinión, durante el trámite de ponencia se han "endurecido los recortes a los trabajadores que ya tenía la propuesta inicial, con lo que estamos ante el peor texto en materia laboral de toda la democracia".
La Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso votará mañana jueves el informe de la ponencia sobre la reforma del mercado laboral y lo hará con competencia legislativa plena, es decir, que la propuesta será remitida al Senado sin necesidad de pasar por el Pleno de la Cámara Baja.
Hasta entonces, Llamazares seguirá negociando con los grupos para eliminar la disposición transitoria que contempla que el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), un organismo público, pase a financiar los despidos improcedentes. El diputado de IU tacha de "escándalo y vergüenza" que con dinero público se vaya a ayudar a que los empresarios puedan despedir incluso en casos que se dictamine como improcedentes por un juez.
Además, estima que el FOGASA no podrá cubrir las indemnizaciones derivadas de estos despidos, que pueden elevarse a cerca de 150.000 al año, multiplicando por 10 los 15.000 despidos que hasta ahora se contemplaban. Así se lo ha expresado al PSOE en los últimos contactos parlamentarios mantenidos hoy.
Llamazares ha trasladado al Gobierno dos alternativas a través de sendas enmiendas parciales: o la supresión total de esa disposición transitoria tercera de la ley o un nuevo redactado a la misma que recorte las obligaciones del FOGASA en ese tipo de despidos. En esta misma línea opinan los sindicatos, que consideran que si se procede de esta manera se perdería el papel disuasorio que deben jugar las indemnizaciones en las extinciones de los contratos.
En lo que se refiere al texto en general, el dirigente de IU estima que estamos ante una "contrarreforma laboral exprés", que ha sido impuesta a los agentes sociales, que significa un retroceso y que desequilibra las relaciones entre los trabajadores y los empresarios a favor de estos últimos.
"Este es un proyecto que el Gobierno socialista elaboró pensando en pactar con la derecha parlamentaria que, además, está demostrando que es insaciable", dijo.
Igualmente ha alertado de la gravedad de una enmienda incorporada al texto para endurecer la consideración como razón de despido el absentismo laboral, reduciendo los umbrales actuales. A este respecto, señaló que "aunque hay una parte de fraude en el absentismo, la enfermedad es la causa fundamental de la ausencia de un trabajador en su puesto, por lo que no se puede facilitar el despido por esa razón".
En una enmienda que baraja el PSOE se plantea rebajar del 5% al 3% el porcentaje de absentismo que tendría que darse en el global de una plantilla para que el empresario proceda a los despidos individuales por esta misma causa. Esta tesis concita el respaldo del PP, CiU y Coalición Canaria y el rechazo firme de los sindicatos.
Llamazares indicó que también "se camina de manera peligrosa" hacia la privatización de los servicios públicos de empleo, que se subordinarán a las empresas de trabajo temporal y a las agencias de contratación.
Mientras, Gaspar Llamazares se felicitó por el hecho de que IU haya logrado incluir enmiendas que mejoran en la igualdad de género en materia laboral, inciden en el carácter formativo de los contratos, sobre todo de los jóvenes, y orientan las bonificaciones a los colectivos más discriminados y con más dificultades para acceder al mercado laboral y facilitar la transformación en fijos de los contratos.
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