lunes, 28 de marzo de 2011

IU apoyará un referéndum en España para que los ciudadanos se pronuncien sobre los nuevos recortes de derechos que acarreará el "pacto del euro"

Lara, Meyer y Llamazares coinciden al advertir que este acuerdo acarrea modificaciones en las constituciones de los 27 Estados miembros y en el Tratado de Lisboa, ya que supone “un ataque sin precedentes contra la Europa social y democrática. Es una vuelta de tuerca más contra los derechos laborales y sociales de los trabajadores de la Unión Europea y contra los sindicatos”.


Izquierda Unida ha anunciado hoy su intención de apoyar e impulsar la posibilidad de que en España pueda haber un referéndum para que los ciudadanos se pronuncien sobre el llamado ‘Pacto del Euro’ aprobado en la última Cumbre de la Unión Europea (UE), con el destacado apoyo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Para IU este acuerdo supone “un ataque contra la Europa social y democrática. Es una vuelta de tuerca más contra los derechos laborales y sociales de los trabajadores de la Unión Europea y contra los sindicatos”, tal y como señaló su coordinador federal, Cayo Lara.


En una rueda de prensa celebrada en la sede federal de IU, en la que además de Lara participaron el eurodiputado y responsable de Política Internacional, Willy Meyer, y el portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, los tres coincidieron en destacar que el ‘Pacto del Euro’ acarreará modificaciones en las constituciones de los 27 Estados de la Unión Europea así como en el Tratado de Lisboa por el que ésta se rige desde hace casi dos años.


Para Cayo Lara, “pretender ligar los salarios a la productividad en lugar de a la inflación, alargar la edad de jubilación y desarrollar buena parte de las iniciativas restrictivas que van implícitas en este pacto es el mayor ataque a la soberanía, a la democracia y, en el caso español, a la autonomía de las distintas administraciones que hemos sufrido en décadas. No vamos a tolerarlo ni a quedarnos con los brazos cruzados”.


Llamazares apuntó que este nuevo acuerdo económico “no sólo es un ataque a la Europa social, sino también a la Europa democrática. Lo que está pasando es que quienes no lograron imponer, porque lo rechazaron los europeos, una Constitución restrictiva y neoliberal y tuvieron que conformase con un diluido Tratado de Lisboa intentan imponer ahora un tratado implícito, que no es otra cosa que un decálogo neoliberal”.


En su opinión, es hora de hacer frente a lo que calificó sin rodeos como un “ataque sin precedente a la izquierda y al sindicalismo europeo de quienes habían fracasado en ello hasta ahora. Están planteando cargarse buena parte de las competencias democráticas de los Estados de la UE”.


Willy Meyer, por su parte, criticó la disciplina de déficit que contiene este pacto “que requerirá reformas constitucionales nacionales y de la legislación europea. Y cuando se trata de reformar constituciones, plantear iniciativas legislativas fuertes o reformar el Tratado de la Unión hay que darle la palabra al pueblo europeo para que decida, porque es el soberano”.


Meyer anunció la acción concertada de las formaciones de la izquierdas transformadora europea –encuadradas en el Partido de la Izquierda Europea (PIE) y en el Grupo de la Izquierda Unitaria Europea del Parlamento de Bruselas, en los que está encuadrada Izquierda Unida- para tratar de frenar “esta involución económica y democrática. Para ello, resulta imprescindible dar la palabra al pueblo europeo en un referéndum que decida si los ciudadanos apoyan o no desmontar el Estado social europeo que tanto esfuerzo costó construir”.


A su juicio, “el gran capital, que hasta ahora aparentaba mantenerse en un plano secundario en la toma de decisiones política, quiere visualizar que el que manda, manda, y éste no es otro que el Fondo Monetario Internacional”.


Llamazares, concluyó que a nivel nacional “Izquierda Unida promoverá en el Congreso mediante la presentación de diversas iniciativas un debate sobre todos estos recortes que se nos vienen encima y ese necesario referéndum que debe tener lugar”.


Por otro lado, en relación con la reunión que José Luis Rodríguez Zapatero mantuvo el sábado en Moncloa con 44 presidentes y altos directivos de grandes empresas, Cayo Lara señaló que el presidente del Gobierno “ha dejado de ser el representante de los trabajadores y trabajadoras que le dieron su voto para ser el representante de la alta empresa y de la Banca”.


Lara señaló con ironía que estos empresarios “le habrán felicitado por estar haciendo bien los deberes y le habrán animado a continuar las reformas laborales y recortes sociales”.


El coordinador federal alertó especialmente sobre dos de las propuestas que Rodríguez Zapatero piensa defender a ultranza en los próximos meses: la del compromiso para liberalizar definitivamente los servicios mediante la aplicación de la directiva europea de servicios y la de ligar el gasto publico al PIB. “Eso significa, traducido, que si crecemos se incrementará el gasto publico y si no, se congelará”, dijo.


Gaspar Llamazares, por su parte, señaló que la reunión de Rodríguez Zapatero con los grandes empresarios “demuestra que el Gobierno se convierte en un mayordomo del mercado”.


Madrid, 28 de marzo 2011

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