Madrid, 11 may (EFE).- El diputado de IU, Gaspar Llamazares, cree que la pretensión del juez Baltasar Garzón de trasladarse temporalmente al Tribunal Penal Internacional supone un "baldón" para la democracia española y para el Tribunal Supremo, al que acusa de "condenar a sus jueces al exilio".
En declaraciones en los pasillos del Congreso, Llamazares ha apuntado que el hecho de que "un juez se vea obligado a exiliarse para poder realizar su actividad" constituye "un baldón para la democracia española y para el Tribunal Supremo", que mantiene abiertas tres causas contra este juez de la Audiencia Nacional.
Debido a ello, el Alto Tribunal tendrá a su juicio que "cargar no sólo con una mala imagen de la justicia española en el mundo, sino con la imagen de una justicia que, como el Tribunal de Orden Público, condena a sus jueces al exilio, a sus mejores jueces".
La pretensión del juez Garzón es trasladarse al TPI como "consultor externo" de su Fiscalía, por un período de siete meses, durante lo cuales mantendría su estatus de aforado; las causas que tiene abiertas seguirían en este tiempo tramitándose en el Supremo.
También ha dicho Gaspar Llamazares que este magistrado de la Audiencia Nacional tiene "suficiente capacidad" para trabajar en el TPI y para desempeñar sus funciones "de manera relevante".
En cualquier caso, entiende que ello no le impedirá hacer frente a las denuncias que fueron presentadas contra él, una de ellas por investigar los crímenes del franquismo y que le va a llevar a sentarse en el banquillo por decisión del Tribunal Supremo.
En declaraciones en los pasillos del Congreso, Llamazares ha apuntado que el hecho de que "un juez se vea obligado a exiliarse para poder realizar su actividad" constituye "un baldón para la democracia española y para el Tribunal Supremo", que mantiene abiertas tres causas contra este juez de la Audiencia Nacional.
Debido a ello, el Alto Tribunal tendrá a su juicio que "cargar no sólo con una mala imagen de la justicia española en el mundo, sino con la imagen de una justicia que, como el Tribunal de Orden Público, condena a sus jueces al exilio, a sus mejores jueces".
La pretensión del juez Garzón es trasladarse al TPI como "consultor externo" de su Fiscalía, por un período de siete meses, durante lo cuales mantendría su estatus de aforado; las causas que tiene abiertas seguirían en este tiempo tramitándose en el Supremo.
También ha dicho Gaspar Llamazares que este magistrado de la Audiencia Nacional tiene "suficiente capacidad" para trabajar en el TPI y para desempeñar sus funciones "de manera relevante".
En cualquier caso, entiende que ello no le impedirá hacer frente a las denuncias que fueron presentadas contra él, una de ellas por investigar los crímenes del franquismo y que le va a llevar a sentarse en el banquillo por decisión del Tribunal Supremo.
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