El Defensor del Elector se encargaría de elaborar un balance final, un seguimiento de lo que cada partido político haya cumplido de su programa durante los cuatro años de legislatura e incluso podría sancionar administrativamente o de manera política y actuar como mecanismo para la contención pública y logrando un menor porcentaje de mentiras y una mayor prudencia por parte de los grupos políticos durante la campaña electoral.
La elección del Defensor del Elector se haría por vía parlamentaria y contaría con una comisión en las cortes generales en la que todos los partidos políticos tendrían representación. Vamos a conseguir dar credibilidad a las campañas electorales, tan mermadas por la subasta que vivimos en estos días.
2 comentarios:
Eso estaría realmente bien, aunque debería bastar con el pundonor y la autoestima de cada cual, pero desde luego que ayudaría.
Un abrazo y a ganar
Gracias por proponer esto, ya era hora. Que no se rian mas de los electores, que parece que todo vale, cualquier mentira o invencion sirve para comprar votos. Los ciudadanos ya estan hartos de tanta manipulacion.
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